Departamento de Estado de los Estados Unidos
Declaraciones
Hotel Palace
Ciudad de Nueva York, Nueva York
20 de septiembre de 2022
SECRETARIO BLINKEN: Buenos días a todos. Hay un silencio casi reverencial en la sala. (Risas). Es muy grato estar hoy con todos ustedes.
Ministros de Relaciones Exteriores, amigos y colegas, nos complace inmensamente tenerlos aquí para conversar sobre el interés común que tienen todos en esta mesa con respecto al futuro de la Cuenca Atlántica. Y deseo agradecer en particular a nuestros colegas de Angola, Brasil, Ghana, Portugal y Senegal, cuyos gobiernos han estado trabajando con nosotros durante el último año para intentar pensar juntos qué mayor cooperación podría darse en todo el océano Atlántico, tanto Norte como Sur.
Como naciones atlánticas que somos, este grupo entiende la centralidad que tiene el océano para nuestras vidas y para nuestros futuros en común. El océano Atlántico alberga las rutas de transporte comercial marítimo más importantes y activas, algunos de los recursos naturales más indispensables y una biodiversidad inmensa. A través del Atlántico fluye un volumen de comercio mayor que el de cualquier otro océano.
La economía atlántica sostiene 49 millones de puestos de trabajo en África y USD 21.000 millones del PBI de América Latina. Dos tercios de la energía renovable mundial se generan en el Atlántico. Y, ciertamente, la corriente del Golfo determina el clima del planeta.
Vemos la influencia del Atlántico aquí mismo en la Ciudad de Nueva York. Basta caminar unas pocas cuadras desde aquí para toparse con el Río Este. El histórico Astillero Naval de Brooklyn fue creado por el presidente John Adams en 1801 para proteger el comercio atlántico de nuestra nación incipiente. Cincuenta años después, un barco estadounidense construido en ese astillero se asoció con un barco británico para tender un cable telegráfico submarino, a través del cual la reina Victoria transmitió el primer mensaje transatlántico en código morse. Más de un siglo después, en su primera visita a Estados Unidos como presidente, Nelson Mandela anunció una nueva oficina comercial en Nueva York que extendería los lazos económicos entre nuestras dos naciones y nuestros pueblos.
En la actualidad, la Autoridad Portuaria trabaja para combatir la crisis climática con metas más ambiciosas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y una nueva generación de buques de carga eficientes en cuanto al combustible. Y los neoyorquinos están trabajando para restablecer los arrecifes de ostras que había en el puerto y para recomponer la superficie forestal, la marisma salina y los humedales que antes predominaban en la costa.
Los desafíos y las oportunidades del orden comercial, de las comunicaciones y la conservación que se aprecian en esta misma ciudad también existen en la comunidad de naciones atlánticas. Sabemos que no podemos dar por sentado el comercio marítimo libre y abierto que emplea a tantos de nuestros ciudadanos, los cables submarinos que nos conectan, las poblaciones de peces y la vida silvestre que nos da sustento. Solamente podremos responder a los desafíos y las amenazas cada vez mayores a nuestro futuro atlántico si lo hacemos juntos.
Piratería; pesca ilegal, no declarada y no reglamentada; criminalidad organizada transnacional; cambio climático; contaminación; degradación ambiental; estos son apenas algunos de los desafíos que tendremos que enfrentar juntos.
Consideremos por un instante la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Según datos de la FAO, uno de cada cinco peces en el mercado proceden de la pesca ilegal; insisto, uno de cada cinco peces en el mercado. Esto representa pérdidas de entre USD 10.000 y 23.000 millones por año para las industrias de pesca legítima de la región. Perjudica a las comunidades costeras que dependen de la sostenibilidad de los recursos pesqueros para sus ingresos, para comer. Y propicia la corrupción. También pone en riesgo la salud y la biodiversidad de nuestros océanos.
La declaración conjunta que estamos adoptando hoy reafirma nuestra responsabilidad compartida de intentar promover un Atlántico pacífico, próspero, abierto y cooperativo y de proteger su riqueza para las generaciones futuras. También nos comprometemos a generar capacidades en común que permitan conseguir estos objetivos, apoyándonos en las tecnologías innovadoras y las mejores prácticas desarrolladas por las naciones atlánticas, en beneficio de todas las naciones atlánticas.
Tras la reunión ministerial de hoy, nos proponemos poner en marcha un proceso consultivo para formular juntos un marco de cooperación regular entre los países del Atlántico, por medio del cual nuestras naciones puedan implementar una visión compartida de la promoción de nuestros objetivos conjuntos económicos, ambientales, científicos, sobre desarrollo y sobre gobernanza marítima.
No pretendemos conocer de antemano cuáles serán los resultados de estas consultas. Queremos que todos nos transmitan sus prioridades, su visión para mejorar la cooperación; no solo los países grandes, sino también las naciones insulares pequeñas cuyas voces deben ser escuchadas. Esperamos que nos acompañen en el esfuerzo para que más naciones atlánticas participen de esto.
Estados Unidos gasta actualmente más de USD 400 millones por año en iniciativas marítimas del Atlántico. Junto con el Congreso de Estados Unidos, confiamos en invertir otros USD 100 millones durante el próximo año en apoyo a las prioridades compartidas que estamos analizando hoy: la gobernanza marítima del Atlántico, el crecimiento económico inclusivo y las adaptaciones innovadoras al impacto cada vez mayor del cambio climático.
El año pasado, nos sumamos al Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible. En julio de este año, nos sumamos a la Unión Europea y a seis naciones del hemisferio occidental y África en la Declaración de la Alianza de Investigación e Innovación Oceánica Transatlántica para promover la cooperación científica para la salud y el desarrollo sostenible del Atlántico. En los próximos meses, esperamos reunirnos con muchos de ustedes para concluir años de negociaciones con respecto a la protección de las zonas de alta mar y para compartir los beneficios de los recursos genéticos marítimos que se recolectan allí.
Reconocemos la importancia de ampliar nuestro apoyo a iniciativas atlánticas existentes: el liderazgo de Portugal en la creación del Centro Atlántico de las Azores, la visión de Brasil de una zona de paz y cooperación en el Atlántico Sur, los Amigos del Golfo de Guinea en los esfuerzos para seguir teniendo un impacto significativo. Al tiempo que se incrementan los desafíos y se expanden nuestras innovaciones y oportunidades, creemos que nuestras asociaciones deben crecer para estar a la altura de estos retos.
Estoy muy agradecido con todos los presentes en esta mesa por estar aquí y por el trabajo que estamos haciendo juntos. Y tengo gran expectativa de todo lo que efectivamente podremos lograr juntos en los próximos meses y años.
Muchas gracias por estar aquí.
Para ver el texto original, ir a: https://www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-remarks-at-the-strengthening-atlantic-cooperation-ministerial-meeting/
Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.