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DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE. UU.
Oficina del Portavoz
Para publicación inmediata
5 de julio de 2023

DECLARACIONES del secretario de Estado de Estados Unidos Antony J. Blinken durante la sesión plenaria de CARICOM

5 de julio de 2023
Hotel Hyatt Regency Trinidad
Puerto España

SECRETARIO BLINKEN: Muchas, muchas gracias. Primer Ministro Skerrit, presidente de CARICOM, primer ministro Rowley, secretario general Barnett, todos nuestros estimados colegas aquí presentes, todos nuestros amigos, es un honor estar con ustedes para celebrar el 50 aniversario de CARICOM.

Si nos remontamos al 4 de julio de 1973, cuando los miembros iniciales de CARICOM firmaron su tratado fundacional, el entonces primer ministro de Jamaica, Michael Manley, dijo lo siguiente: “Debemos buscar nuestra fuerza en nuestra unidad. Y luego debemos dedicar esa fuerza a la construcción de una nueva vida de oportunidades y seguridad para nuestro pueblo”. Creo que es una declaración de principios muy poderosa que CARICOM ha mantenido durante 50 años.

El primer ministro Manley hablaba de CARICOM, pero sus palabras también describen perfectamente la asociación actual entre CARICOM y Estados Unidos, también una nación caribeña.

La unidad empieza escuchando. Por eso nos hemos comprometido intensamente con los líderes de toda la región a escuchar, a escuchar las cuestiones que más importan a sus ciudadanos. Estuve con el presidente Biden y la vicepresidenta Harris cuando escucharon directamente a nuestros amigos caribeños en la Cumbre de las Américas. Les hemos escuchado desde entonces en los comités de acción conjunta que hemos creado sobre el clima, la seguridad energética, la seguridad alimentaria, el acceso a la financiación; y les escuchamos todos los días a través de nuestras representaciones diplomáticas en toda la región.

Y creo que lo que hemos escuchado subraya que para resolver algunos de los mayores desafíos a los que se enfrentan nuestros pueblos, simplemente tenemos que trabajar juntos y trabajar juntos de forma más eficaz en una auténtica asociación. Es por eso que esta extraordinaria delegación del Congreso está aquí al mismo tiempo, encabezada por nuestro líder, Hakeem Jeffries, para demostrar el apoyo de Estados Unidos a la profundización de nuestros lazos de larga data en toda la región. Y eso incluye fortalecer nuestra cooperación a nivel regional y también internacional.

En ningún ámbito es esto más evidente que en su liderazgo, todos alrededor de esta mesa, a la hora de reunir al mundo para abordar la crisis climática y reforzar la seguridad energética para todos nosotros.

Sabemos que la mayoría de las comunidades más afectadas por el cambio climático son las que menos han contribuido a este. Reconocemos que como segundo mayor emisor del mundo, y el principal históricamente, actualmente el segundo mayor emisor, los Estados Unidos tenemos una responsabilidad única para abordar este problema.

Así que permítanme compartir brevemente lo que estamos haciendo al respecto en cuanto a nuestros esfuerzos por cumplir con nuestra responsabilidad.

En primer lugar, hemos trabajado sin descanso para evitar una catástrofe climática. El presidente Biden reincorporó a Estados Unidos al Acuerdo de París, una de las primeras cosas que hizo cuando asumió el cargo, mejoró nuestros compromisos nacionales y está dedicando recursos sin precedentes para cumplir los objetivos a través de la Ley de Reducción de la Inflación. Este es, con diferencia, como creo que todos ustedes saben, el mayor compromiso para hacer frente a la crisis climática en la historia por parte de cualquier país en cualquier lugar.

Cada uno de los países del G7 ha adoptado planes que, si se aplican, y es un “si” importante, ayudarán realmente a mantener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados. Necesitamos que otras grandes economías fuera del G7 hagan lo mismo. Su colaboración, su liderazgo a la hora de ejercer presión sobre los mayores emisores para que asuman los compromisos necesarios, y luego exigirnos que los cumplamos, es indispensable. Y valoramos profundamente el trabajo que están haciendo en este sentido.

En segundo lugar, queremos aumentar la resiliencia y la adaptación al cambio climático, acelerando al mismo tiempo la transición de la región hacia energías limpias. Este es el objetivo principal de la asociación que hemos establecido, la Asociación entre Estados Unidos y el Caribe para abordar la Crisis Climática 2030, un programa que lanzamos el año pasado para intentar que los sistemas energéticos sean más limpios, más resilientes y más asequibles, como los proyectos geotérmicos en Dominica y San Cristóbal y Nieves, las microrredes solares en Santa Lucía, los vehículos eléctricos en Barbados, Jamaica y Surinam, por citar solo algunos ejemplos. Con los 20 millones de dólares adicionales que la vicepresidenta Harris anunció el mes pasado para financiar proyectos climáticos en las Bahamas, seguiremos trabajando juntos en estos esfuerzos.

Estamos trabajando para reforzar la preparación ante los desastres, a los que usted ha aludido, y la respuesta ante estos; mejorando los sistemas de alerta temprana, desarrollando mapas de riesgo que predigan las zonas con más probabilidades de sufrir tormentas, ayudando a los países a desarrollar nuevas herramientas para adaptarse a los nuevos desafíos, como hicimos, por ejemplo, en la Conferencia del Caribe sobre el Agua que organizamos conjuntamente con Barbados hace tan solo unas semanas.

En tercer lugar, estamos trabajando para ampliar el acceso a la financiación internacional. Esto es algo que hemos oído con mucha fuerza de bastantes de ustedes, tanto en Los Ángeles como en otras reuniones. Hemos oído alto y claro que la escala y el impacto desproporcionado de la crisis climática exigen un nuevo enfoque. Estamos de acuerdo. Hace un año, la secretaria del Tesoro Yellen y yo nos comprometimos a trabajar con CARICOM para lograr avances tangibles hacia el objetivo, no simplemente reconocer el problema, sino hacer realmente algo al respecto.

Dijimos que ejerceríamos presión sobre las instituciones financieras para que permitieran a los países aplazar los pagos de la deuda en caso de crisis climáticas y desastres naturales. A instancias nuestras, el Banco Mundial acordó ofrecer para 2025 cláusulas de aplazamiento de la deuda en sus préstamos. Hemos asumido un compromiso similar en Estados Unidos. Estamos instando a otros prestamistas a que se unan a nosotros. Y también sabemos que, con la nueva dirección del Banco Mundial, esto es algo muy importante para esa institución.

Dijimos que ampliaríamos la asistencia para ayudar a los gobiernos a gestionar el riesgo financiero de las catástrofes. En la reciente cumbre mundial sobre financiación celebrada en París, el Banco Mundial presentó un conjunto de herramientas de gestión del riesgo de catástrofes precisamente para esto. También apoyamos el nuevo fondo fiduciario del FMI para la resiliencia y la sostenibilidad, que ofrece financiación en condiciones favorables: préstamos emitidos por debajo del tipo de mercado, a Barbados y Jamaica. Estamos presionando para que los países de la región que están sufriendo crisis climáticas tengan acceso a una financiación similar.

Pero estamos lejos de haber terminado. Nos queda mucho por hacer en este frente. Entre otras reformas, tenemos que crear financiación para ayudar a los países atrapados en otra trampa de renta media, algo que todos ustedes conocen muy bien: los que no están lo bastante desarrollados para poder formar parte de grupos como el G20, y sin embargo están demasiado desarrollados para poder recibir ayuda de instituciones como el Banco Mundial. Estas inversiones no sólo son necesarias para protegerse de las amenazas, sino que constituyen una oportunidad única para crear empleos bien remunerados en comunidades de toda la región. Vemos profundamente no solo el imperativo de actuar ante la amenaza, sino también la oportunidad (inaudible).

Son solo una de las formas en que nos asociamos con ustedes para ampliar las oportunidades económicas inclusivas. Esto abarca desde micropréstamos a emprendedores hasta macrofinanciación para infraestructuras. Estados Unidos sigue siendo el mayor socio comercial del Caribe, algo de lo que estamos muy orgullosos, y durante décadas nuestro Congreso ha otorgado un estatus comercial preferencial a industrias clave en países de toda la región.

También trabajamos para avanzar en otras prioridades regionales y globales, desde la defensa de nuestro compromiso común con la democracia y el Estado de derecho hasta el apoyo a unas elecciones libres y justas en Venezuela a través del proceso de Ciudad de México; desde la transformación del enfoque de nuestra región ante la migración y el desplazamiento masivos hasta abordar, como usted ha destacado, la crisis actual en Haití.

Y sólo para decir unas palabras al respecto, Estados Unidos comparte el compromiso que se siente en toda la región de ayudar al pueblo haitiano a forjar su futuro, a restaurar el orden democrático del país mediante elecciones libres y justas. Los haitianos no pueden alcanzar estos objetivos críticos sin seguridad. Por eso hemos sido y seguimos siendo el mayor donante a la policía nacional de Haití, por eso apoyamos el llamamiento del Gobierno haitiano para que una fuerza multinacional ayude a su policía a restablecer la seguridad.

Podemos hablar mucho de ello, lo sé, hablaremos durante el próximo día en ese frente. Pero esta es un área de intenso enfoque para nosotros, y estamos determinados junto con ustedes a ayudar al pueblo haitiano a hacerlo correctamente.

Estados Unidos también está comprometido a asociarse con ustedes para resolver la creciente inseguridad alimentaria en la región. Esto, por supuesto, se ha intensificado dramáticamente en años recientes, una combinación del cambio climático, COVID, conflictos, incluyendo la agresión de Rusia contra Ucrania.

Según un reciente informe de la ONU una de cada dos personas, una de cada dos personas, no puede permitirse una dieta sana en el Caribe. En respuesta Estados Unidos continúa aportando ayuda alimentaria de emergencia en partes de la región donde la gente está experimentando hambre aguda y desnutrición. Tan solo desde febrero del año pasado hemos contribuido 13.500 millones de dólares adicionales para combatir el hambre en el mundo. Seguimos siendo el donante más grande en el Programa Mundial de Alimentos, aportando más del 50 por ciento de su presupuesto.

Pero al mismo tiempo una de las cosas que he escuchado muy claramente al hablar con muchos de nuestros asociados es el deseo de ser capaces de cultivar suficientes alimentos para alimentar a su propio pueblo. Estamos convocando nuestra experiencia en el gobierno entero para ayudar a conseguir esa meta: desde el Departamento de Agricultura pasando por la Agencia de Protección Ambiental y hasta USAID. Hoy me complace anunciar que dedicaremos un monto adicional de casi 5,5 millones de dólares para ayudar al pequeño agricultor a incrementar su producción, ampliar su acceso a la tecnología y a los mercados, y adoptar prácticas inteligentes respecto al clima.

También trabajamos juntos para atender otra prioridad que ustedes comparten, y ello es frenar la creciente oleada de crímenes violentos que están causando una carga devastadora en comunidades de toda la región; especialmente, lo sabemos, entre la gente joven; perjudicando a los negocios locales, socavando la inversión extranjera, erosionando la confianza de la ciudadanía en sus gobiernos. El pasado mes de julio el Congreso [de Estados Unidos] aprobó la Ley bipartidista “comunidades más seguras”. La ley incluye nuevas provisiones federales que incrementan las condenas criminales hasta 15 años de prisión para los traficantes y los compradores intermediarios. Esta es una herramienta que es vital para hacer rendir cuentas a quienes llevan contrabando de armas de Estados Unidos al Caribe.

Apoyamos la creación en CARICOM de la nueva Unidad de inteligencia sobre armas empleadas en delitos, que está mejorando la difusión de información para compartir entre nuestras agencias encargadas de aplicar la ley y fortaleciendo la capacidad de los países para investigar los delitos relacionados con armas. Apenas el mes pasado creamos un nuevo cargo en el Departamento de Justicia (DOJ) para profundizar la colaboración entre nosotros sobre el procesamiento a causa de armas. Hoy me complace anunciar que Michael Ben’Ary, un fiscal muy experimentado en el DOJ, será el primer coordinador para el enjuiciamiento de armas de fuego en el Caribe.

Hace medio siglo, cuando los países del Caribe se reunieron para crear esta organización, ustedes tomaron la decisión deliberada de denominarla “comunidad”. Y se trata de una palabra que reconoce que para cumplir con las esperanzas de la población los países de toda la región tienen que trabajar juntos y cada miembro tiene que hacer su parte. Yo considero que nunca ha sido tan cierto como lo es hoy, no solamente para los miembros de CARICOM, sino también para Estados Unidos. Sabemos que nuestros destinos están entrelazados. Sabemos que para cumplir con nuestra gente, como el primer ministro Manley lo dijo hace muchos años, tenemos que hallar incluso más fuerzas en nuestra unidad.

Y la razón por la cual estoy aquí y la razón por la que mis colegas están aquí hoy en esta firme ocasión es decirles, compartir con ustedes, que pueden contar con que Estados Unidos estará de su lado, como vecino, como asociado y como amigo, y que juntos trabajamos para construir verdaderamente la unidad y forjemos el futuro de nuestra comunidad, esta comunidad que compartimos, y hacerlo juntos.

Por ello muchas gracias a ustedes por recibirnos aquí hoy. Estamos agradecidos de ser parte de esta ocasión verdaderamente histórica. Gracias. (Aplausos).

 

Para ver el texto original, ir a: https://www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-at-the-caricom-plenary/

Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.

U.S. Department of State

The Lessons of 1989: Freedom and Our Future