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Departamento de Estado de los Estados Unidos
Oficina del Portavoz
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19 de abril de 2022

Ministerio de Relaciones Exteriores
Ciudad de Panamá, Panamá

SECRETARIO BLINKEN: Muchas gracias. Buenas tardes a todos. Es maravilloso estar con tantos colegas en este lugar extraordinario con esta historia extraordinaria, como Erika nos acaba de describir. Quiero agradecer al presidente Cortizo, a mi amiga la canciller, al pueblo de Panamá por recibirnos tan generosamente a la Conferencia Ministerial sobre Migración y Protección de esta semana. Y una nota especial de agradecimiento a Panamá, a usted, Erika, por todo el trabajo que ha estado haciendo para unirnos a todos en lo que tiene que ser una responsabilidad compartida.

Me acompaña aquí mi amigo y colega, Ale Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Ambos estamos muy ansiosos por debatir con nuestros homólogos ministros los urgentes desafíos migratorios que enfrentamos. No hay dos países que los experimenten de la misma manera. Todos traemos nuestras propias preocupaciones a este debate, pero también este sentido de responsabilidad compartida para enfrentar el desafío de la migración en toda nuestra región. Y estamos ansiosos por escuchar y compartir experiencias específicas y soluciones específicas.

Este tema es una prioridad para los Estados Unidos. Tenemos un gran interés en proteger la seguridad de nuestras fronteras de manera segura, ordenada y humana. Nos preocupamos por el bienestar de millones de personas en todo el hemisferio que han tomado la decisión desesperada de dejar sus hogares y comunidades en busca de una vida mejor. Los viajes son a menudo peligrosos. Los migrantes son vulnerables a la explotación de todo tipo. Muchos son niños, y sus destinos, sus futuros, son muy inciertos. Tenemos la responsabilidad, una responsabilidad compartida, de velar por ellos.

Al igual que ustedes, nos preocupan las crecientes tensiones en las comunidades de toda la región que se han convertido en el hogar de un gran número de migrantes y ahora están al borde del abismo, incapaces de satisfacer las necesidades de las personas, ya sean migrantes o sus propios ciudadanos. Y nos enfocamos en los problemas subyacentes que empujan a tantas personas a convertirse en migrantes en primer lugar, incluida la pobreza, la falta de oportunidades económicas, la corrupción, la agitación política, la inseguridad, todo lo cual se ha visto agravado por la crisis climática y, por supuesto, por lCOVID-19.

Así que creo que lo que todos hemos llegado a entender, la comprensión común que creo que se comparte con todos en esta sala, es que ningún país puede enfrentar estos desafíos o resolverlos solo. Los Estados Unidos se comprometen a trabajar en asociación con todos ustedes en todas las dimensiones de este asunto, desde enfrentarse a las redes de tráfico de migrantes hasta mejorar la gestión fronteriza humana y eficaz, contrarrestar la desinformación y desarrollar vías legales para inmigrantes y refugiados que buscan un lugar seguro al que llamar hogar.

En particular, tenemos que trabajar juntos para ayudar a estabilizar y fortalecer las comunidades que albergan grandes poblaciones de migrantes. Tenemos que ayudarlos a obtener las herramientas que necesitan para reconstruir sus vidas, incluido el acceso a empleos y educación. Y tenemos que asegurarnos de que nuestro apoyo beneficie directamente a las comunidades mismas con mayores recursos para la salud y seguridad públicas, servicios sociales, mejor infraestructura, oportunidades para todos.

Así que esto tiene que ser un trabajo para todos nosotros, para nuestros gobiernos, hacerlo juntos. Pero también es un trabajo para la comunidad internacional en general: las ONG, instituciones financieras y de desarrollo multilaterales, agencias climáticas y de salud pública regionales y mundiales. Los Estados Unidos ayudarán a reunir a estos diferentes grupos y aprovechará todas sus contribuciones a este desafío.

Tengo que decirles que estoy muy contento de ver aquí esta noche y mañana que nos reunimos con representantes de organizaciones clave, así como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, UNICEF. Instituciones como estas fueron creadas para ayudarnos a enfrentar desafíos demasiado grandes para que incluso nuestros países los resuelvan juntos, que es exactamente lo que estamos llamados a hacer ahora en nombre de las personas más vulnerables de la región. Y a aquellas agencias y organizaciones que ya han brindado e implementado asistencia, gracias.

Sé que haremos un buen trabajo juntos aquí en Panamá. Tenemos que hacerlo. Y espero que el impulso adicional que construimos aquí, – complementado con lo que hicimos en Colombia, y mi profundo agradecimiento a nuestros colegas de Colombia por reunirnos hace unos meses –, se lleve adelante de maneras concretas y prácticas.

En junio, muchos de nosotros nos reuniremos nuevamente en Los Ángeles para la Cumbre de las Américas que organizará el presidente Biden. Allí tendremos la oportunidad de abordar las preocupaciones más profundas que impulsan la migración irregular mediante el fortalecimiento de nuestras democracias, la lucha contra la corrupción, la creación de resiliencia en nuestros sistemas de atención médica, la promoción de un crecimiento económico más equitativo y la lucha contra la crisis climática. Todas estas cosas, a su manera, tienen un impacto en el desafío por el que nos reuniremos aquí esta noche y mañana para enfrentarlo.

El presidente Biden estableció como objetivo para la cumbre que nuestros países adopten una declaración sobre migración y protección que establezca principios compartidos para una respuesta colaborativa y coordinada a la migración y el desplazamiento forzado. Así que espero que nuestros debates aquí hoy y mañana en Panamá contribuyan a una fuerte declaración de nuestros líderes cuando se reúnan en California dentro de unas pocas semanas.

En pocas palabras, a todos y cada uno de ustedes, gracias por su liderazgo en este momento crítico. Erika lo dijo muy bien. Tenemos un desafío regional, un desafío hemisférico, pero también es un desafío global. Ahora hay en todo el mundo más personas en movimiento, desplazadas de sus hogares, que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial, unos 95 millones de personas. Por definición, este es un desafío que tenemos que enfrentar juntos, trabajar juntos para enfrentarlo, unirnos para enfrentarlo.

Dicho esto, es un placer para mí presentarles a mi amigo y colega, el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas. (Aplausos.)

SECRETARIO MAYORKAS: Gracias y buenas noches. Mi agradecimiento al presidente Cortizo, ministros Mouynes y Pino, por recibirnos en este hermoso país. Hoy temprano visité el Canal de Panamá, y fue una visita muy edificante. Lo visité con mi colega y gran amigo, Tony Blinken. Y el canal representa la promesa de prosperidad económica y la esperanza de progreso, y no solo hoy sino en los días venideros.

Ayer tuve una visita muy diferente. El ministro Pino tan generosamente dedicó su tiempo para mostrarnos a mis colegas y a mí la región del Darién y sobrevolar la tierra traicionera que la gente más vulnerable trata de pasar con la esperanza de un futuro mejor. Es muy difícil ver esa tierra y comprender su profundidad y amplitud engañosa que las personas vulnerables tratan de atravesar con la esperanza de una vida mejor.

Recuerdo que el padre de un amigo mío que creció en circunstancias muy difíciles dijo una vez que cuando uno tiene la espalda contra la pared, la única dirección en la que uno puede moverse es hacia adelante. Y es nuestra obligación colectivamente cerrar la brecha entre la promesa de prosperidad económica que representa el canal y la vulnerabilidad que representa la región del Darién para tantos que buscan una vida mejor. Y quiero agradecer a los ministros por reunirnos a todos para trabajar en un esfuerzo que requiere una respuesta colectiva, porque el movimiento de personas en el Hemisferio Occidental, y francamente en otras partes del mundo, no es el desafío de un país o dos; es el desafío de la región y del hemisferio del que formamos parte. Y debemos mirar a las personas que son vulnerables como miembros de nuestra comunidad, y debemos dar una respuesta de la comunidad y por la comunidad.

La forma más duradera en la que podemos abordar este desafío que nos ha acompañado durante demasiados años es brindar estabilización, entregar a las personas en sus hogares la promesa que representa el canal y permitirles comprender y realmente darse cuenta de que no necesitan salir de sus hogares para experimentar la promesa que tantos de nosotros aquí representamos y estamos obligados a entregar a los demás.

Al mismo tiempo, mientras trabajamos en esa solución más duradera de abordar la causa de la migración, también debemos extender una mano, una mano extendida, de ayuda humanitaria a quienes ya están fuera de sus hogares para poder brindarles la promesa de esa prosperidad dondequiera que estén para que ya no tengan que enfrentar los peligros del viaje que una vez anticiparon por delante de ellos. La promesa de la ayuda humanitaria y la estabilidad del asentamiento y la integración, así como el entendimiento de que las leyes que guían nuestra extensión de la ayuda humanitaria deben cumplirse, y para aquellos que no califican, debemos aplicar esas leyes por igual.

Estos temas y las líneas que se trazan entre el alivio y la respuesta que debemos imponer cuando ese alivio no está justificado son muy, muy difíciles de trazar. Son decisiones muy difíciles, pero nosotros, como líderes en nuestros respectivos países, y juntos como líderes de una comunidad en toda una región y un hemisferio, estamos obligados a tomar esas decisiones difíciles, y eso es lo que hace que esta convocatoria sea tan importante: unirnos para tomar esas decisiones difíciles en colaboración y en amistad unos con otros para que podamos entregar la promesa de un futuro mejor a aquellos que no lo ven y para que podamos aceptar esta responsabilidad de una manera compartida y, por lo tanto, más eficaz.

Muchas gracias a todos. Espero con ansias nuestras importantes conversaciones de mañana. Y nuevamente, mi agradecimiento a nuestros maravillosos anfitriones aquí en este hermoso país de Panamá. Gracias. (Aplausos.)


Para ver el texto original, ir a: https://www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-and-secretary-of-homeland-security-alejandro-mayorkas-opening-remarks-at-the-ministerial-conference-on-migration-and-protection-reception/

Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.

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The Lessons of 1989: Freedom and Our Future